¿Cómo será la energía que nos abastecerá en 2050?

Bloomberg New Energy Finance ha publicado un informe llamado “New Energy Outlook 2018” en el que prevé que en el año 2050 el 64% de la generación mundial de energía corresponderá a las renovables. Este porcentaje aumenta hasta el 71% si agregamos a la ecuación todas las no contaminantes (como la energía nuclear). Las predicciones para Europa son aún más optimistas ya que se calcula que las fuentes limpias supondrán un 87% de la producción total.

La clave para que se produzca esta situación está en las baterías de almacenaje, ya que el desarrollo de estos dispositivos jugará un papel fundamental en el sector y en la adopción masiva de la eólica y la solar, permitiendo hacer acopio de la energía que no se consume en el momento, para que se utilice sólo cuando se necesite. Se calcula que hasta el año 2050 se destinarán aproximadamente 470.000 millones de euros para perfeccionar estas baterías.

Más llamativa si cabe es la cifras que manejará el conjunto del sector renovable, en el que se espera que la inversión ascienda hasta los 9,86 billones de euros en los próximos 30 años. Un total de 8,4 billones de dólares irán a parar a la eólica y a la solar y otro billón y medio a otras energías no contaminantes, como la hidráulica o la nuclear. Se estima además que en dicho periodo los costes que conlleva la puesta en marcha de una planta fotovoltaica se recorten un 71% respecto a las cifras actuales y que los que acarrea la instalación de un parque eólico caigan un 58%.

Por otro lado, y como consecuencia de lo anteriormente comentado, se estima que la aportación del carbón a la producción energética mundial disminuya hasta el 11% en 2050 (actualmente es del 38%). El gas se alzará como el principal respaldo y complemento de las renovables, lo que le granjeará un billón en inversiones en los próximos años. Estos cambios provocarán que las nocivas emisiones de CO2 mermen a razón de un 2% anual a partir de 2027, momento en el que alcanzarán su punto álgido.

Fuente: Expansión